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PRESENTACION Los más afectados son los árboles madereros, cuya desaforada tala por décadas redujo el rigor reproductivo de los bosques nativos, como los de quebracho colorado del Chaco, por ejemplo. Y a los de pino Paraná de la selva misionera urgiría protegerlos a ultranza, ya que los últimos puros están en la Reserva Natural Estricta San Antonio. "Los consumidores de madera silvestre deberían exigir que el artículo a comprar proviene de producciones no degradantes del ambiente" insiste Haene. Según él primero habría que salvar a las plantas endémicas o de distribución reducida, que tiene menos posibilidades de supervivencia frente a los cambios bruscos ejercidos por el hombre. En la Argentina quedan regiones aisladas que facilitan la solución de especies endémicos, pero el hombre está llegando allí.
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